¿Leer y escribir es algo natural? ¿Se aprende a leer y escribir solo en la escuela? ¿Qué miedos tienen los padres con respecto a esta etapa del niño? ¿Qué le pasa al niño en el proceso de alfabetización?
Adquirir el lenguaje es algo que se adquiere de forma natural y espontanea, pero aprender a escribir y leer lleva una instrucción. Leer y escribir son dos procesos diferentes, que interaccionan entre sí y que se nutren del lenguaje ya adquirido por el niño.
Como todo aprendizaje es complejo, y en la escuela se obtendrá la instrucción, pero esos nuevos aprendizajes irán interactuando con la vida diaria, con carteles, libros, juegos en los cuales se podrá reafirmar e impulsar el mismo.
Los padres tienen miedo de ser malos padres y no guiar a los niños hacia un aprendizaje sin dificultades, de que los niños tengan problemas de aprendizaje por su culpa. Esto puede hacer que se esfuercen en enseñar y se enfoquen solo en escribir o leer, contagiando la ansiedad a los niños, lo que termina siendo perjudicial.
Se podría decir que los padres tienen razón en preocuparse, ya que hay muchos niños con problemas de aprendizaje relacionados al lenguaje. Tomar conciencia de como son los procesos, puede ayudar a reflexionar y a ocuparse de forma más eficiente.
Para el niño todo es un desafío, ir a un lugar donde no están los padres, conocer compañeros, enfrentarse al miedo de que no le salga algo y pasar vergüenza delante de sus compañeros, sentirse enojado en la escuela porque no le salió algo, pelearse con un compañero, aprender a convivir con otros. Muchas veces se dice que los niños son crueles, y muchas veces lo son porque no saben gestionar sus emociones, y se hieren emocionalmente y eso es algo que el niño va a tener que aprende a gestionar.
Aprender a leer y a escribir son dos procesos, en los cuales el niño aprende a descodificar el lenguaje hablado y lo convierte en un dibujo de un gráfico es decir la letra, mediante la memorización de que tal sonido corresponde a una letra, aprende que varias letras juntas son una palabra, como se conforman esas palabras, que tienen un significado, entre cada palabra hay un espacio, que, mediante un orden planificado, que debe seguir ciertas reglas, conforma una oración que tiene un significado y comunica algo. Es decir, aprende que hay una intención, hay un plan dirigido a un fin. Cuando lee hace el proceso inverso descodifica la letra lo convierte en el sonido de cada letra o recupera la palabra con su pronunciación de la memoria de palabras que se va formando. Y así se accede al significado y a la comprensión lectora.
Claro que están en una etapa en la niñez en la que el cerebro está preparado para absorber el aprendizaje, pero también es una etapa en que no saben regular sus emociones y su desarrollo cognitivo no está desarrollado en su plenitud.
Para poder leer bien en principio hay que ver, por lo que es importante que no haya problemas de vista ni de percepción, pero a su vez de atención y la atención es una capacidad cognitiva que está en desarrollo.
Para descodificar el lenguaje tiene que haber adquirido el lenguaje, y a su vez poder haber jugado con él, para interactuar con la posibilidad de los sonidos, y las diferencias de los sonidos entre las letras. Manipular los sonidos desde la articulación de la boca, jugar a chiflar. Si existe alguna dificultad en el lenguaje previo a la escuela se pueden descubrir con esos juegos.
La capacidad de planificación con las reglas del lenguaje, se aprende contando las cosas que le pasó, que a su vez le sirve para entender sus emociones y crear el vínculo afectivo con los otros. También leyéndoles cuentos y haciéndoles preguntas, conversando. El significado se aprende desde las conversaciones significativas, explicando las cosas que no pueda entender e incorporando vocabularios. Esta capacidad de planificar el lenguaje, interviene en la cualidad de su pensamiento.
La capacidad oratoria a la que se haya llegado, muchas veces no puede representarse en la redacción por la capacidad limitada de memoria que tienen los niños, por lo que es importante que se jueguen juegos donde se necesite estar concentrado y se utilice la memoria. Estos pueden ser rompecabezas, cartas de memoria, o juegos de cartas o caja para su edad, que sirvan para ir aprendiendo a mantenerse concentrado y mantener información en la memoria.
En relación a la escritura el niño necesita tanto procesos de enfocar la atención en la hoja, y en la orientación y forma de las letras, como a su vez motricidad fina. Se puede trabajar haciendo dibujo, o cualquier juego con piezas chicas que se puedan insertar entre sí, cambiar de forma, inclinación lugar, como a su vez con letras corporales para que se pueda entender su dimensión. Dando vuelta la b tenemos una p y si se sigue una q y sino una d.
De acuerdo a Fernando Cuetos Vegas, para adquirir estos procesos los requisitos imprescindibles son la conciencia fonológica y la capacidad de entender la función simbólica de la escritura. La conciencia fonológica es la capacidad de fragmentar en las expresiones acústicas mínimas. Como proceso intermedio de la conciencia fonológica se aprende a dividir en silabas. La función simbólica de la escritura, está relacionado con entender que hay algo que descifrar, en esa escritura o la manera de trasmitir algo. Se puede jugar con cartas por ejemplo a papa Noel, o a hacer carteles de cumpleaños, es decir mostrar en la práctica mediante el juego, lo ameno, lo divertido, que se tiene un sentido. Esto lo motivará y dará sentido a aprenderla.
Lo importante es que las etapas previas sirvan para jugar y al mismo tiempo trabajar las funciones cognitivas descriptas. El juego permite al mismo tiempo entrenar cognitivamente y a su vez trabajar las emociones. Narrar ayuda a regular las emociones y a su vez a trabajar el lenguaje. Que el niño viva situaciones de tensión puede generar en su cuerpo la hormona llamada cortisol, que es significativa del estrés, y tiene consecuencias negativas en la cognición, el aprendizaje y la memoria, lo que terminaría afectando los procesos de leer y escribir.
Cuando el niño ya va a la escuela escucharlo, promoviendo que relate las tensiones que vivió, que le asusta que no, que le resultó difícil que no, proponer ideas hacer preguntas, proponer juegos de acuerdo a las dificultades siempre que sea como juego no como obligación, lo cual fortalece el vínculo, regula las emociones y trabaja el lenguaje.
Si hay dificultades de aprendizaje en el lenguaje previos al inicio de la escuela, se pueden llegar a ver en juegos que activen el lenguaje y los otros procesos descritos necesarios para aprender a leer y escribir.
Muchas veces los padres se asustan de sobremanera, cuando en realidad simplemente el proceso del niño es algo individual, a su manera, y relacionado con como ha vivido. Es importante diferenciar que es una emoción de miedo y que realmente es algo factible. Que sea diferente o demore más no quiere decir que haya algún problema, la mirada que hay que tener es global. Y pase lo que pase, la tensión nunca ayuda. Siempre puede recurrir a un profesional.
En los casos que hay herencia genética de problemas de aprendizaje, sería importante que se contactará con profesionales para que se les pueda hacer una evaluación, para poder dectectar a tiempo si realmente existe la posibilidad de alguna problemática relacionada con lo adquirido,
Espero que hoy te superes a ti mismo.