Berrinches – parte 3

Ya hablamos de la autoridad y falta de límites, del desarrollo cognitivo y ahora vamos a desarrollar la tercera área que es el: Desarrollo emocional:
Cuando se habla de la maldad del niño en realidad se trata de que el niño no sabe regular sus emociones en específico la bronca.
Cuando se habla de que el niño busca atención, se trata de que el niño busca conexión emocional.
Esta área está relacionada con los vínculos que se dan en la familia y con la forma de relacionarse y gestionar emociones de los padres.
Si pensamos el primer caso la bronca es una emoción que busca que el niño se pueda autoafirmar, al expresarla con un interlocutor consciente de sus emociones podrá aprender a regularla, y así aprender a que el día de mañana pueda reivindicar su propia valía frente a quien intente traspasar sus límites personales, porque va a creer en que sí puede lograrlo.
Cuando el interlocutor adulto reaccione emocionalmente sintiendo que el niño está traspasando los límites del adulto, ya que siente que no tiene autoridad y tiene que demostrar que sí la tiene, se impondrá sin entender al niño. El niño se va a reprimir, va a tener baja autoestima y no sabrá como defender sus derechos. Se puede terminar gracias a la falta de regulación emocional sufriendo de irritabilidad, adquiriendo conductas de reaccionar de antemano a la defensiva, sintiéndose culpable por cosas que son su derecho. O aprenderá por imitación a traspasar los límites de otros sin respetar sus derechos.
En el caso de la ausencia de conexión emocional, está relacionado con la calidad de los vínculos que el niño vaya a formar en el futuro, al expresar su necesidad con un interlocutor consciente de sus emociones podrá aprender a sentirse valioso capaz de crear un vínculo sano.
El berrinche en este caso, tiene un mensaje escondido, la pregunta de si lo quieren, una forma de pedir una prueba de amor.
Cuando el adulto responda con indiferencia se sentirá con ansiedad, debido a que se tiene miedo de perder la seguridad que le da el vínculo. Con la indiferencia se le devuelve el mensaje de que no tiene valía para ser parte del vínculo, por lo cual puede surgir vergüenza, timidez o dependencia.

Espero que hoy hagas algo para superarte a ti mismo.

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